Conozco gente que saltaría como pelota si alguien insinuara que es un tonto por decirle lo que tiene que hacer, pero que no duda en obedecer ciegamente cuando eso le llega por mail, y encima de un desconocido...
Vamos a ver lo que recibí hace poquito. Se trataba de un testimonio escrito por un tal "Jacobo Arteaga Ramírez" en el que narraba la violación de su hermanito Antonio y que la filmación de la misma le había llegado a través de un video conseguido por un compañero de facultad, mientras estaba realizando un estudio sobre la violencia infantil.
Hay ciertas incongruencias en el relato, lo cual confirma que se trata de un historia falsa. Primero, en una parte hace mención a "Los gritos desgarradores" del pequeño y uno no puede explicarse cómo una violación se hubiera podido llevar a cabo en el baño de un cine y que nadie hubiera escuchado esos gritos hasta después que la misma se hubiera completado.
Luego, dicen que recurrieron a
Una sencilla búsqueda en Google con el nombre de marras: "Jacobo Arteaga Ramírez" arroja los suficientes resultados como para determinar la falsedad de los hechos. Lo único que aparece es el texto del citado mail, y ni un sólo medio de prensa serio informando al respecto. Si uno se encuentra con una situación en la que
Muchos de los resultados hablan acerca de lo que es ese mail: un hoax, una historia falsa. En algunos de ellos pueden verse detalles más interesantes, como que el tal Arteaga Ramírez estuvo arrestado y tuvo que pagar una fianza por posesión de material pornográfico. En uno hay una referencia a un periódico llamado El Sol de Atizapan "con fecha domingo 3 de marzo de 2000" donde aparecen también casos de cierre de cines en Naucalpan y artículos con fotos de uno de los detenidos que es precisamente el que aparecía en el video.
¡Es una lástima que "El Sol de Atizapan" no exista! Las únicas referencias a ello en Google son 4, y todas corresponden a ese mail.
Quizás tendría que realizar un estudio sobre porqué los seres humanos entramos en esta fiebre de reenviar testimonios sin corroborar, indignadísimos ante lo que en ellos les cuentan. Es como aquello del rumor, ¿no? ¿Nunca oyeron del famoso caso del tipo que dejó plantada a la novia en